martes, 9 de agosto de 2011

Crítica: 'X-Men' Evoluciona con 'First Class'

X-Men: First Class
 La quinta entrega de la franquicia de mutantes, y la primera precuela -o reboot, depende de como se lo vea- trae consigo muchos puntos a favor y se podría decir que resarce a los X-Men, tras el simplón paso de X-Men Origins: Wolverine tres años atrás. Posee una historia independiente, algo exagerada, pero consistente; sin embargo el principal punto a favor es que no creo dependencia de alguno de sus personajes, mal del que si sufrieron las otras cintas y termina permitiendo tracción por ello. En el balance, el film aprueba con muy buenas críticas y deja puertas abiertas a un renacer de la franquicia. 
X-Men: First Class
 Los X-Men llegaron a la gran pantalla en el 2000 de manos de Bryan Singer y su popularidad se disparó de forma acelerada, gracias a las positivas críticas recibidas en el primer film, y por ser los primeros superhéroes no tradicionales en llegar a la gran pantalla. Después de eso llegaron igualmente querida segunda parte y la que algunos consideraron apresurada conclusión de una franquicia que estaba en franco ascenso, cada film más popular que el anterior. Después llegó X-Men Origins: Wolverine que si bien descansaba sobre los hombros del personaje más popular de la saga, trajo una historia poco inspiradora, salvada por la actuación de Hugh Jackman como el famoso mutante, aunque acabando de explotar los buenos recuerdos de las anteriores partes. Ahora llega una precuela que se presenta más bien como un reboot, que al parecer es innecesario y poco interesante, pero que similar a lo logrado con Batman Begins probablemente logre sanar la franquicia y aumentar los ingresos de la siguiente parte, debido a su fuerte guión, convincente historia y el muy buen desempeño de su elenco que logra sobresalir sin quedar dependiendo de alguno de ellos en particular.
X-Men: First Class
 La trama de First Class, a diferencia de otras precuelas que intentan ocultar ese hecho y en el intento por desprenderse por completo de las cintas previas fracasan, hace hincapié en que es los eventos previos a la trilogía de X-Men y desde la primera escena empieza a tejer complejas relaciones sociales/sentimentales entre los personajes, de a poco explica puntos que en las otras cintas ya están sobre entendidos y en unos minutos atrapa al cinéfilo. El desarrollo es bastante fuerte aunque no posee momentos repletos de adrenalina como los otros films, pero en su lugar se llena de argumentos, solidez, lógica y creatividad. A pesar de manejar múltiples historias secundarias a la vez, el tiempo logra repartirse entre todas todas; ya para el final se empieza a poner un poco tedioso -faltó acción en esta cinta-, pero la batalla final y como las tuercas se acomodan para acercarse un paso más a los X-Men que conocemos despiertan a cualquiera, principalmente porque logran crear un origen a una posible secuela, sin desapegarse de la saga original.
X-Men: First Class
 El libreto no es sobresaliente, pero tiene algo de inspiración y se manifiesta en los nuevos personajes que ingresan. Los diálogos son algo planos, no emplean frases trilladas, pero carecen de algúna línea que resalte en la mente después de terminada la cinta. La exploración que tienen Magneto y Xavier como amigos convertidos en rivales y la co-dependencia que crean durante el film cumplen con la promesa de revelar la historia no contada de estos personajes; Mystique adquiere mucha más personalidad -sí, aún más- gracias a su turbulento pasado con Xavier y como una X-Men. Bestia y su historia propia también están bastante bien ubicados en esta cinta, que no posee un gran protagonista principal absorbiendo toda la atención, sino que tiene una historia madre solvente que necesita apoyarse en las historias secundarias que ocurren casi en paralelo. De entre el crisol de nuevos personajes -todos bastante interesantes- que surgen con esta cinta, Emma Frost es quizás el que más brilla en la pantalla, con sus increíbles habilidades y el rol de villana perfecta que juega en el film.
X-Men: First Class
 X-Men: First Class es también un semillero de estrellas en ascenso, los principales son los protagonistas James McAvoy y Michael Fassbender, ambos habían tenido presencia secundaria en films exitosos y en principio parecían no ser los más indicados para contrarrestar la ausencia de Hugh Jackman y el personaje más popular de la franquicia, pero lograron tener una muy buena interpretación y se metieron en los personajes. El resto del elenco de jóvenes mutantes son todos prácticamente debutantes en este tipo de films, exceptuando a Jennifer Lawrence que con escasas cintas anteriores ya acumula una nominación al Oscar; los enemigos encarnados en Kevin Bacon y January Jones tienen gran magnetismo, por momentos se vuelven protagonistas y dejan de ser antagonistas. Matthew Vaughn desarrolla una notable labor en la dirección de este film, pues termina siendo un producto de calidad, con ciertas falencias, pero con muchos puntos a favor que la separan de los otros films, otro tipo de cine.
X-Men: First Class
 En síntesis:
  
 Lo Bueno: La historia, se nota que se tomaron el trabajo de pensarla bien y crear buen material.

 Lo Malo: Falto acción, eso es lo más notable.

 Calificación: 7.5/10: De esos films que placen verlos dos veces en el cine, interesante, con contenido y no recurre al 3D innecesario.
X-Men: First Class

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